Durante mi viaje a Santander, una ciudad vibrante ubicada en la costa norte de España, me sumergí en la auténtica experiencia gastronómica de la región, famosa por sus fresquísimos mariscos. Santander, con su puerto pesquero, no solo ofrece paisajes impresionantes, sino también una oferta culinaria que hace que cualquier amante del mar se sienta en el paraíso. En este blog, quiero compartir mi experiencia personal con algunos de los restaurantes de mariscos más destacados de la ciudad, aquellos que, sin duda, te harán sentir como si estuvieras probando el mar directamente.
1. La Casa del Marisco
Uno de los primeros restaurantes que visité fue La Casa del Marisco, un lugar que se destaca por su decoración marítima y su ambiente acogedor. En cuanto llegué, me sorprendió la variedad de mariscos frescos que se exhibían en el escaparate, invitándome a probar todo lo que ofrecían. El local, aunque no muy grande, tiene un aire familiar y cálido. La atención fue excelente, el personal fue extremadamente amable y dispuesto a recomendarme los mejores platos del día.
Decidí probar el surtido de mariscos como entrada, y vaya sorpresa. Todo estaba en su punto: mejillones, percebes, almejas y gambas, acompañados de una salsa de alioli casero que realzaba cada bocado. La frescura de los productos era indiscutible. Para el plato principal, me decidí por una paella marinera que no solo estaba cargada de mariscos, sino también de sabor, con un arroz perfectamente cocido y un caldo lleno de intensidad.
Lo interesante de La Casa del Marisco es que su oferta varía según la temporada y las capturas del día, lo que garantiza que siempre haya algo nuevo por probar. Como una recomendación personal, si tienes la oportunidad de visitarlo, te sugiero hacer tu reserva a través de plataformas como ElTenedor o Restaurantes Santander, que te permiten consultar menús y ver opiniones de otros comensales. Estas plataformas son una excelente forma de asegurarte de que tendrás una mesa en el restaurante y puedes incluso ver qué platos están siendo más populares en ese momento.
2. El Pescador
Después de una caminata por la playa, me dirigí a El Pescador, otro restaurante que se ha ganado una excelente reputación entre los locales y turistas. Este restaurante es conocido por ofrecer un ambiente más rústico, con vistas al mar y una decoración que recuerda a las tradicionales tabernas de pescadores. Desde el momento en que llegué, me sentí transportado a otro tiempo, cuando la pesca era una de las actividades principales en la región.
El menú estaba lleno de opciones tentadoras, pero no pude resistirme a pedir una sopa de pescado que, según me dijeron, era una de sus especialidades. La sopa era rica, espesa, con trozos de pescado fresco y mariscos en cada cucharada. El sabor del caldo, cocinado a fuego lento con hierbas locales, fue una explosión de sabor marino, y me di cuenta de inmediato de que había tomado la decisión correcta.
Mi segundo plato fue una ración de lubina a la sal, uno de los pescados más tradicionales de la región. El pescado, cocido a la perfección, estaba jugoso por dentro y ligeramente crujiente por fuera, acompañado de un toque de aceite de oliva virgen extra que resaltaba aún más su sabor. Me sorprendió gratamente la calidad de los ingredientes y el cuidado en la preparación de los platos.

Si estás pensando en ir a El Pescador, lo mejor es que reserves tu mesa con anticipación a través de ElTenedor, ya que es un restaurante muy popular y a menudo está lleno. Además, puedes encontrar opiniones y recomendaciones que te ayudarán a elegir los mejores platos.
3. Marisquería El Sardinero
La Marisquería El Sardinero es otro de los lugares que no podía dejar de visitar en mi recorrido por Santander. Este restaurante es un clásico en la ciudad, famoso por su calidad y variedad en mariscos. El local, amplio y con una atmósfera vibrante, es ideal para aquellos que buscan una experiencia gastronómica de primer nivel, sin sacrificar la esencia local.
El plato que más me sorprendió en este restaurante fue su arroz caldoso con bogavante. El arroz, cargado de sabor y con una cantidad generosa de mariscos, estaba tan bien cocinado que cada bocado era una verdadera delicia. La carne del bogavante era dulce y jugosa, y el caldo que acompañaba el arroz tenía una profundidad de sabor que te hacía querer seguir comiendo sin parar. La combinación de los ingredientes frescos con el toque especial del chef hizo que este plato fuera, sin duda, uno de los más destacados de mi experiencia en Santander.
Además, El Sardinero tiene una excelente selección de vinos locales que complementan perfectamente los sabores marinos. Para los amantes del vino, la carta es una joya. Al igual que los otros restaurantes, me aseguré de hacer mi reserva en línea utilizando ElTenedor, lo cual fue muy conveniente, ya que me permitió escoger la hora que más me convenía.
4. La Marinera
En mi búsqueda de una experiencia más auténtica, no podía perderme La Marinera, un pequeño restaurante que se encuentra en el corazón de Santander, cerca del puerto. Este lugar tiene una vibra muy local, ideal para quienes desean probar los platos tradicionales sin tanta influencia turística. La especialidad aquí es el chipirón a la plancha y la ración de navajas, dos platos que realmente reflejan la esencia de la cocina cántabra.
Los chipirones estaban perfectamente hechos: tiernos, con un toque de aceite de oliva y ajo que les daba un sabor increíble. Las navajas, por su parte, estaban ligeramente cocidas y servidas con un toque de limón, lo que resaltaba su frescura y sabor. Aunque el local es más sencillo que otros, la calidad de los productos y la habilidad con la que se cocinan los mariscos hace que valga la pena cada segundo de espera.
Para aquellos que prefieren una experiencia menos formal, La Marinera es ideal. Y, al igual que en los otros restaurantes, la opción de realizar reservas en plataformas como ElTenedor hace que el proceso sea mucho más sencillo y cómodo. Además, en este tipo de establecimientos, siempre es bueno leer las reseñas y ver qué platos están destacando en ese momento.
5. Restaurante El Faro

Si buscas una experiencia gastronómica con vistas espectaculares, El Faro es el lugar indicado. Situado cerca de la costa, este restaurante ofrece no solo mariscos frescos de la más alta calidad, sino también una de las mejores vistas de la ciudad. Mientras disfrutas de tu comida, puedes contemplar el mar Cantábrico y sentir la brisa marina, lo que hace que la experiencia sea aún más especial.
Uno de los platos que definitivamente recomiendo en El Faro es el cazón en adobo, un pescado muy típico de la región. El sabor del cazón es único, con una textura suave y un adobo que le da un toque de sabor especial. Además, no dejes de probar su tarta de queso como postre, que es increíblemente cremosa y ligera, el cierre perfecto para una comida marisquera.
Al igual que en otros lugares, es esencial hacer una reserva para garantizar un buen lugar, especialmente si quieres disfrutar de las vistas. Plataforma como Restaurantes Santander o ElTenedor son ideales para hacerlo.
6. Mariscos El Palacio
Mi última parada en esta ruta de mariscos fue Mariscos El Palacio, un restaurante que se destaca por su atención al detalle y su dedicación a ofrecer productos de alta calidad. Desde el primer momento, me sorprendió la calidad de los mariscos, que eran tan frescos que parecían recién sacados del mar. Aquí, la especialidad es la langosta y el bogavante, dos mariscos que realmente definen la gastronomía cántabra.
Pedí una langosta a la parrilla, y no me decepcionó. La langosta estaba cocida a la perfección, con una textura tierna y jugosa, y el toque del carbón le daba un sabor ahumado maravilloso. Acompañada de una salsa ligera de mantequilla y limón, fue un plato sublime. El ambiente del lugar es elegante, pero sin perder ese toque local que lo hace acogedor.
Para hacer tu reserva en Mariscos El Palacio, puedes utilizar ElTenedor o incluso llamarlos directamente. Es recomendable hacerlo con anticipación, ya que el lugar suele llenarse rápidamente, especialmente en temporada alta.
Cada uno de estos restaurantes me permitió disfrutar de los mariscos más frescos y deliciosos que jamás haya probado. La gastronomía de Santander es un verdadero regalo para los sentidos, y cada plato cuenta una historia de tradición, frescura y dedicación. Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar esta hermosa ciudad, no dudes en probar la cocina local, que sin duda dejará una huella en tu paladar.